Katherin Elisa vera Granados ha seguido muy vinculada al proyecto “Aprender: Un acto de felicidad”.
Periódicamente viene a la escuela para prestar libros como socia del Club de Lectura “Conejo Lunar”. También aprovecha estas visitas para contarme y referirle a sus compañeros de años anteriores cómo va ella en el colegio, además indaga por los progresos de quienes continúan aquí en la institución.
Una tarde de viernes vino a cambiar el libro que acababa de leer y luego de compartir algunas inquietudes referentes a Matemáticas (de su colegio) escribió algunas impresiones sobre varios aspectos, que transcribo a continuación:
“Lo que más he extrañado de la escuela es mi profesor, los alumnos. Hoy viernes que vine a prestar un libro al Club de Lectura “Conejo Lunar” me acordé de lo bonito que viví el año pasado. Todos esos micro proyectos en un macro proyecto. Uno de ellos fue el grupo de danzas donde nuestro maestro era el profesor Víctor que nos enseñó diferentes bailes como: mapalé, torbellino, rumba criolla y que presentamos en muchas partes. Otro proyecto que trabajamos fue el Club de Lectura “Conejo Lunar” donde leí cincuenta y seis libros. Aparte de leerlos, sacamos tema, personajes, ambiente, idea principal y secundarias, vocabulario.
Todo lo que viví el año pasado me deja mucho qué contar. Me dejó una muy grande enseñanza: “Que nunca hay que negarle nada a nadie” Eso significa que cuando íbamos a entrar al grado quinto muchos niños teníamos temor de cómo nos iba a ir, pero después del transcurso de los meses fuimos dejando ese temor y me di cuenta de que sí pude y al final del año gané el diploma gracias a mi enseñanza”
Periódicamente viene a la escuela para prestar libros como socia del Club de Lectura “Conejo Lunar”. También aprovecha estas visitas para contarme y referirle a sus compañeros de años anteriores cómo va ella en el colegio, además indaga por los progresos de quienes continúan aquí en la institución.
Una tarde de viernes vino a cambiar el libro que acababa de leer y luego de compartir algunas inquietudes referentes a Matemáticas (de su colegio) escribió algunas impresiones sobre varios aspectos, que transcribo a continuación:
“Lo que más he extrañado de la escuela es mi profesor, los alumnos. Hoy viernes que vine a prestar un libro al Club de Lectura “Conejo Lunar” me acordé de lo bonito que viví el año pasado. Todos esos micro proyectos en un macro proyecto. Uno de ellos fue el grupo de danzas donde nuestro maestro era el profesor Víctor que nos enseñó diferentes bailes como: mapalé, torbellino, rumba criolla y que presentamos en muchas partes. Otro proyecto que trabajamos fue el Club de Lectura “Conejo Lunar” donde leí cincuenta y seis libros. Aparte de leerlos, sacamos tema, personajes, ambiente, idea principal y secundarias, vocabulario.
Todo lo que viví el año pasado me deja mucho qué contar. Me dejó una muy grande enseñanza: “Que nunca hay que negarle nada a nadie” Eso significa que cuando íbamos a entrar al grado quinto muchos niños teníamos temor de cómo nos iba a ir, pero después del transcurso de los meses fuimos dejando ese temor y me di cuenta de que sí pude y al final del año gané el diploma gracias a mi enseñanza”
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