Sin ganar, también se gana.

Luego de una presentación con toda la energía, el entusiasmo y las ganas de ser los mejores, tanto los bailarines, como la candidata como los integrantes de la comparsa llegó el momento de escuchar el veredicto de los jurados calificadores.

En comparsa, no obtuvimos premio.

En danzas, no obtuvimos premio.

En el reinado, no obtuvimos premio.

Entonces, ¿qué ganamos?

MUCHO.

Tal vez un poco más que el año anterior cuando ganamos el premio a la mejor comparsa y el segundo puesto en danza.

Este año nos queda la convicción que no siempre hay que ganar para ganar. y no es un juego de palabras. Este año ganamos la posibilidad de enfrentarno a resultados, si no adversos, por lo menos no esperados. Y esto nos madura y foprtalece para seguir trabajando.

Pero hay algo: Nosotros no llevfamos una selección de bailarines al festival, llevamos todos los intgegrantes de un proyecto pedagógico. Con mayores o menores habilidades para el baile, pero todos bailando. Con buena o no tanto disposición para la comparsa, pero todos desfilando y rompiendo timidices. esto es una ganancia que se asemeja al fruto del olivo, no se recibe en el momento, como la cosecha de los rábanos. Deberá pasar con prudencia el tiempo y estos niños que hoy de pronto se sintieron derrotados por otros que brillaron en el escenario al recibir los premios, habrán recibido de la vida la fuerza necesaria para enfrentarla y no dejarse vencer con el primer viento que anuncia las lloviznas de junio.

José Duván luegop de la caída, desfiló conm orgullo y altivez por las calles de pamplona. Sólo él yde alguna forma yo, sabía que se estaba superando y que montar zancos ya no en una práctica sino en un desfile "de verdad" era su mayor anhelo.

Los bailarines llevaron a escena una danza hermosa, pero complicada en su montaje. Lo hicieron muy bien. Es ganacia.

Máryuri Esperanza, desfiló con seguridad y se sintió alegre. Y sobre todo pudo hacerlo venciendo la timidez y las presiones del medio rural. Es ganancia.

Entonces, sin haber ganado (diplomas) recibimos una ganacia abundante y generosa.