lunes, 21 de septiembre de 2009

Bienvenido el juego


Habiendo quedado casi que subutilizado uno de los juegos de la jornada de integación de amor y amistad, la tradicional coca;  éstas elaboradas a partir de un vaso desechable, un fragmento de lana y una pelota pequeña, se utilizó algún tiempo después del recreo para invitar a los niños y a las niñas a jugar.

Si a alguien se le invita a un tiempo adicional luego de concluir su jornada habitual, aparte que se sorprenderá, muy seguramente se negará, o en el mejor de los casos justificará de alguna manera la imposibilidad de realizar lo pedido.

Pero con los niños, no sucede tal cosa. Terminan un recreo, agitados, cansados y se les invita a participar en un juego y sin pensarlo dos veces, dicen que sí.

En los niños la disposición al juego es natural, innata y difícil de ahuyentar.

Visto desde la óptica de la actividad académica, se pudiera decir entonces, que si ésta se desarrolla en medio de actividades lúdicas, siempre se podría garantizar un interés de parte de los infantes, además, que se pudiera garantizar una participación más efectiva y los resultados serían mejores.

Para los niños el juego siempre es bienvenido.

Reflexión: a través del juego se puede enseñar y el proceso de aprendizaje de los niños y las niñas será más efectivo.


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