martes, 8 de septiembre de 2009

Raros ejemplares.





Alexis, del nivel cuarto, ha llegado una mañana y antes del saludo me ha invitado a ver un animalito que trae dentro de su mano derecha.
Bueno, no era propiamente un animalito, era el vestigio de un ser vivo, un insecto, posiblimente. Observarlo fue tener la posibiliad para admirar la arquitectura sabia de la naturaleza en algo más de un centímetro. 
He señalado que no era propiamente un animalito. Sucede, eso pienso, que esta estructura de suave amarillo transparente, debió albergar un insecto, parecido en su forma  a una abeja, pero un poco más grande. Ha quedado el molde y su contenido debió fugarse  hacia un nuevo estado de su metamorfosis.
-Alexis, ¿qué animal es éste, dónde lo encontró?
-No sé, profe, lo traje para que usted me diga. Lo topé allí al cruzar la cerca-  Y señaló hacia donde se insinuaba un camino amarillento en medio de los matorrales.
-No, desconozco de qué se trata.
Entonces, le recomendé que buscara a ver si encontraba otros ejemplares. Y le sugerí que observara el entorno en el cual estaban. Que fuera cuidadoso al mirar qué animales estaban cerca, posiblemente el evadido fuera una mariposa o un gusano o...
Al lunes siguiente, Alexis llegó con varios de los ejemplares entre sus manos, y los exhibió ante sus compañeros como un trofeo de una difícil caza.
Los observamos y algunos intentaron una explicación:
-Ah, eso son unas avispas que se murieron por el frío. 
-No, qué van a ser avispas, no ve que no se parecen a las que tenemos en el rincón de Ciencias.
-Yo creo que son mariposas que se fueron.
Y así se dieron las opiniones, algunas con la suficiente seriedad para convencer y otras con la picardía propia de la edad.
Al final todos quedamos comprometidos en consultar la posible naturaleza de estos animalitos o vestigios de los mismos.
Cuando haya alguna noticia al respecto, escribiré.

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