domingo, 13 de septiembre de 2009

Recreo es recreo

La semana que concluyó dejó una lección bastante sencilla pero muy edificante para quienes ejercemos como profesores.

Sucede que el martes el horario se altera un poco debido a la presencia de la profesora Dora quien orienta la clase de Informática (para el caso de los niveles Cuarto y Quinto TIC). Llegó el momento del recreo para los dos grados superiores y niños y niñas se dirigieron a la cancha para jugar micro fútbol.

Un profesor practicante de la Univversidad local, adelantaba clase con los pequeños e indispuesto ante la llegada de los estudiantes decidió suspender la clase y prohibir el juego para unos y otros.

Mis estudiantes me buscaron para referirme la situación. Les hice ver que habían cometido una faltaba al no avisar al profesor que era su hora de recreo y solicitarle autorización para disponer de la cancha y poder utilizar el balón.

Conscientes de la situación se dirigieron al profesor para entregar la correspondiente disculpa y solicitar el préstamo del balón.

El joven profesional negó el préstamo del balón.

Me vi precisado a dialogar con él y explicarle que el recreo para los niños es sagrado. Y que la acción cometida no ameritaba la suspensió de este derecho. Accedió, no muy convencido. Pero aprendió lo importante que es el recreo para estos niños y lo reponsable que se vuelve su concepció y manejo para utilizar su suspensión como castigo.
Yo también lo recorde. De hecho siempre evito y casi nunca he llegado a asumir la actitud de quitar un recreo. Porque para el niño: recreo es recreo.

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